Cada día, por suerte, más gente entiende la importancia que tiene el bienestar emocional en nuestra cotidianidad, el entorno, nuestras relaciones y las experiencias diarias
El verano está llegando a su fin y 2 de cada 5 españoles sufren depresión posvacacional. Eso no solo habla de lo bien que lo pasamos en vacaciones y la pereza que da volver a la rutina, sino que, manifiesta lo malo que es nuestro día a día o lo mal que podemos llegar a estar sin remediarlo.
No son datos sin más y acarrea síntomas como somnolencia, falta de apetito, taquicardia, insomnio, dolores, etc. Lo peor no es padecer un problema, sino negar esa realidad. Cualquier persona puede tener indicios de problemas mentales y solucionarlos debería ser una prioridad, no seguir viviendo en automático.
Los políticos de nuestro país han llevado al congreso este importante tema. Comunidades autónomas como Canarias quieren implementar la educación emocional como asignatura en las aulas, la salud mental se está convirtiendo en un asunto de máxima relevancia y eso es fundamental. Solo hace falta que de verdad se implementen mejoras en el área.
Las redes sociales se inundan de cuentas que tratan la psicología desde diversas perspectivas y cada vez más personas confiesan ir a terapia y desear una mejor sociedad mental. Además es un tema que atañe a cualquiera. A ti, a tu vecino y a tu artista favorito. Esa naturalidad con la que implica a todo el mundo; da igual género, raza, clase social, estudios. Nadie está por encima en la salud mental y educación emocional, todxs somos vulnerables.
Muchas veces se repite la idea de que si te duele la cabeza o sientes que algo en tu cuerpo físico no va bien y vas al médico. Si algo internamente falla o notas que tienes unas reacciones psicológicas que no te hacen bien a tu vida, ¿por qué no ir al profesional especialista en la materia? Incluso sin tener una patología severa, la salud debería cuidarse como una skin care routine, o lo que es lo mismo, igual que nos echamos crema en el cuerpo y la cara y cuidarnos por dentro tanto como por fuera.
Algunas veces, nuestro físico también es susceptible de dañarnos la mente. Desde nuestra percepción a la influencia de la opinión de los demás. El cuerpo de la mujer es objeto de muchas críticas, también conocido como body shaming (el acto de avergonzar a alguien por su cuerpo). Los hombres también lo sufren, la gente trans o queer y cualquier ser vivo. Pero sobre todo, las mujeres han tenido que seguir unos exigentes cánones de belleza durante décadas, que por suerte están cambiando y rompiéndose pero se mantienen muchos comentarios o acciones que influyen en nuestra salud mental.
Como decía, todos y todas podemos estar pasando una mala época y acudir a un psicólogo. Los artistas que admiramos también lo hacen. En el documental de J.Balvin ‘El niño de Medellín’ (Amazon Prime) se refleja muy bien como hasta las personas que más triunfantes, sufren y nunca todo lo que viven es tan bonito como puede aparentar.
El documental del colombiano narra la cuenta atrás y el día a día hasta uno de los shows más importantes de su carrera. En la ciudad que le vio nacer, con ansiedad, depresión y estrés generada por todo. Su entorno no lo entiende del todo, es alguien a quien no le falta nada y no se siente bien. Pero lo apoyan como pueden.
Es raro ver como masas de gente lo adoran, corean o critican y él no se aguanta a si mismo. Vive cada día con la confusión de reconocerse entre J Balvin y José. Ves como pese a la fama, la gente que le rodee y demás. Se siente solo, mal, teniendo que posicionarse en conflictos sociales como los de su país, con la exigencia de hacerlo de cierta manera o en cierto momento. Básicamente no es oro todo lo que reluce, como en ningún sitio y es consciente e intenta mejorarse.
La cosa va de documentales, que bien vienen para hacer más ameno el panorama. Porque además de acudir a profesionales, bien viene descansar si lo necesitas o desconectar y hacer cosas que te aporten y nutran. Los artistas siempre pueden ser una buena compañía.
Nathy Peluso junto a Spotify ha hecho un corto pero intenso documental de cuales son las claves de su arte. También vemos a parte de su equipo, su madre y cual ave fénix, la argentina nos hace un repaso por su vida y trayectoria profesional. Con complejos en su infancia y muchos comentarios hirientes que ha recibido a lo largo de su carrera, no ha desistido en hacer lo que le dé la gana. La imagen es otro tema importante en un artista, puede afectarles mentalmente y su sobreexposición por la fama con el público.
Entre ambos artistas, ser hombre o mujer se nota. Balvin se preocupaba por pensamientos propios y criticas sobre posicionamientos sociales en conflictos generales mientras que Nathy se ha labrado su carrera con muchos comentarios de apariencia física, lo cual están alejados del arte que tanto la impulsó a crecer.
Para Nathy Peluso, la información es la herramienta y siempre ha apostado por una belleza variada. Quizás eso la ha hecho ser quien es o el propio arte la ha salvado a ella misma que confiesa que estar en un escenario es toda una catarsis. Lo más parecido a estar entre el cielo y el infierno, tal y como describe.
Ellos son solo unos ejemplos de los muchos artistas que sufren mentalmente su fama y a raíz de proyectos como estos muestran sus realidades, a parte de personajes son personas como el resto y tienen los mismos o peores problemas.
Tan solo en España, 1 de cada 4 personas tendrá o tiene algún problema de salud mental en su vida. Como mínimo ansiedad, más del doble en mujeres que en hombres. Estos datos son cuanto menos inquietantes y debemos de cambiarlos. Aunque el problema no es que exista sino que no se normalice y mejore.
Quizás nuestra sociedad, aunque va evolucionando poco a poco, anda tan herida que no está preparada para que nadie esté mal a su alrededor. Cada quien lidia con su pena, y entre tabúes y caretas, lucha con gigantes en soledad. Pero lo que necesita es cambiar con alguna ayuda. Normalicemos y así creceremos.