Siempre que trataba de sacar una ideas para cortos, me ponía todo tipo de excusas que me limitaban creativamente: No tengo dinero, ni actores,ni equipo largo largo etc. Las cuales, ojo, mentira no eran. Pero también considero no me esforzaba mucho por buscar alternativas. En fin, que siempre acababa frustrada nunca conseguía hacer un corto.
Este año empecé a estudiar cine documental. Y junto a esto, me comenzaron a mandar realizar un montón de cortos. Generalmente, tenían que realizarse en el tiempo express de una semana. Al principio casi me da algo, el primer día me puse hiper-triste pero luego me hice muy amiga de las limitaciones.
Desde hace un tiempo me apetecía escribir un artículo con todas las lecciones que he aprendido con cada uno de mis cortos. Ya que solo llevo estudiando cine un año y pico. me parece importante aclarar que simplemente esto son consejos que a mí me hubiera gustado descubrir hace un tiempo. Evidentemente no es mi método de trabajo ni este puede valerle a todo el mundo. Sigo estando en proceso de aprendizaje, pero siempre me ha gustado escuchar a la gente hablar de sus experiencias. Creo que siempre se puede sacar algo bueno observando a los demás. Así aquí van mis pequeños consejos de como sacar un corto corto en una semana y sin dinero:
Pensar las ideas según de lo que disponemos: Aunque no tengamos cámara, ni grabadora, ni actores.
Pensar las ideas según de lo que disponemos: Aunque no tengamos cámara, ni grabadora, ni actores. Pongámonos en el caso más extremo del mundo. Evidentemente podría mencionar los cortos con material de archivo, aunque yo nunca he realizado nada con él hay artistas que trabajan con él y hacen cosas increíbles. Contar historias a través de la pantalla de un ordenador. O de un teléfono móvil rodando la pantalla etc…, he visto a compañeros míos hacer trabajos preciosos. a través de las pantallas, y para mí fue descubrir un mundo.
A donde quiero llegar es que a veces pensamos que nuestra imaginación siempre puede colocarse en la realidad. Muchas veces, (y si estás empezando pues muchísimas), no es así, las ideas no se aproximan a lo que tenemos en mente. Por no mencionar ya que en su gran mayoría de veces de la idea inicial quedan 4 pinceladas. Así que creo que es importante asumir esto, y como comento más abajo, es algo para mí, positivo. Al fin y al cabo se trata de contar emociones, historias, y la forma de hacerlo es infinita. El ampliar las formas, los recorridos de realización, te permiten tener muchas más opciones para transmitir algo y en ellas, encontrar la correcta.

Querer las limitaciones en vez de odiarlas: Mi primera tendencia era lamentarme cuando en uno de mis cortos. no podía hacer algo. En plan quejarme de TODO. Que como voy a tener una idea buena en dos días, que si no tengo grabadora, incluimos largo etc. La verdad no me servía de mucho más que perder el tiempo. Sin embargo, ahora me doy cuenta de que mi mayor perdida de tiempo era darle 40.000 vueltas a una idea. Lo cual es una tontería cuando esta generalmente se modifica enormemente en el proceso creativo. A donde quiero llegar es que a veces pensamos que nuestra imaginación siempre puede colocarse en la realidad.
Muchas veces, (y si estás empezando pues muchísimas), no es así, las ideas no se aproximan a lo que tenemos en mente.
El tener que pensar una idea y quedarme con ella, es de las mejores cosas que podía aprender. Me hacía aprender a confiar en ella y dentro del propio proceso de realización, ser mucho más consciente de los errores . No digo que las prisas sean buenas. Cuando grabo o monto, me gusta ser mucho más calmada. Siento que es el periodo de reflexión, la idea inicial, la puedo mejorar o cambiar dentro de este.
Muchas veces tenía que rodar yo sola, por no decir casi todas. Al principio me provocaba una ansiedad tremenda. No tenía ni idea de sonido y en montaje era bastante caótica. Sin embargo el enfrentarme a estas cosas, aunque el resultado termine siendo bastante básico también te hará aprender.
El tener que pensar una idea y quedarme con ella, es de las mejores cosas que podía aprender.
Me hacía aprender a confiar en ella y dentro del propio proceso de realización, ser mucho más consciente de los errores. Sacarle el mejor partido a los materiales: Como ya dije en otro punto, yo tenía una cámara mala. Esto me obligaba a pensar muy bien que cosas quería rodar, y planificarlas de forma meticulosa para que la luz no me diese problemas. Es decir, si mi cámara era imposible de usar de noche, (pondría imposible en mayúsculas porque no llevaba al 1000 de ISO) pues no metía escenas de noche, por mucho que me doliese. Anteponer la idea a los materiales que disponemos para mi a veces suponía un error, porque me tiraba mucho tiempo intentando solucionarlos. Por eso ya desarrollaba las historias sabiendo con que iba a realizarlas.
Buscar siempre una solución: Aunque quizás esta sea la parte más terrorífica para mí y suene a consejo de madre, reconozco que me hizo encontrar muchísimos nuevos caminos. Por ejemplo: encontrar una idea, desarrollarla, rodar y montar, dificultaba mucho que pudiese coordinar horarios con otras personas. Muchas veces me imaginaba ideas que implicaban rodar a personas. Pero al final esto se me caía por no poder encajar los horarios.
A raíz de esto empecé a rodarme a mi misma y situaciones cotidianas, ya que así, solo dependía de mí y eso me permitía tener más tiempo de rodaje. Aunque si es cierto que a mí siempre me interesó el formato videodiario, verme frente a una cámara era algo inimaginable para mí y ahora es como más cómoda me siento abarcando una historia. Respecto a los problemas técnicos, también creo que está bien no forzarse a la perfección y quizás dentro de esto también descubras nuevos caminos.

Yo tuve que ser un poquito realista a veces y pedir ayuda. Fuera de que también siento que en el caso de que estemos empezando en esto.
Oír otros puntos de vista, de verdad y no solo por aprender de otro. A veces como autores se nos nubla la mente con nuestra imaginación y es muy complicado ser realistas. Por ejemplo, un corto lo había rodado con voz en off y con la grabadora del móvil. Me sonaba terrible, super artificial, me agobié un montón. Así que empecé a sustituir esa voz por notas de voz que enviaba por whatsapp, ya que así el sonido estaba justificado y mi discurso, sonaba mucho más natural. Y ahora pienso la primera idea y de verdad que menos mal que me di cuenta, era terrible.
Colabora un montón, (de verdad): Cuando digo colaborar, digo que también creo que los favores están muy bien aquí. Es difícil hacer un corto tú solo a veces, (de pende de la idea claro está). Yo tuve que ser un poquito realista a veces y pedir ayuda. Fuera de que también siento que en el caso de que estemos empezando en esto, (y de empezar hablo de empezar a crear cine no a verlo) está muy bien en mayúsculas, oír otros puntos de vista, de verdad; y no solo por aprender de otro. A veces como autores se nos nubla la mente con nuestra imaginación y es muy complicado ser realistas.
Hacer muchos cortos, ha sido mi aprendizaje favorito. Siento que esta es la mejor forma de aprender. Vamos que hacer las cosas mal a veces está muy bien.
Lo único que quería decir con esto es que para mí enfrentarme a hacer muchos cortos, ha sido mi aprendizaje favorito. Siento que esta es la mejor forma de aprender. Vamos que hacer las cosas mal a veces está muy bien, pero que no vamos a aprender mucho si no las hacemos. Hacer cosas diminutas, sencillísimas, y imponernos realizarlas aunque no vayan a ninguna lado o creamos van a ser un desastre, siempre será un punto a favor. Al fin y al cabo se harán aunque dejemos un montón de cositas por el camino. (siempre pasa, cuando re-leo mis guiones me río mucho de mí) pero que al final descubrir y sorprenderse es la mejor parte de esto.
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