Estos son los principales peros que el Antinatalismo lanza para abogar a que ¿dejemos de reproducirnos? El tema que ponemos sobre la pantalla de vuestros dispositivos no es otro que el Antinatalismo; una postura filosofica y política que se opone a que sigan naciendo seres humanos. Además, sus postulados se encuentran asociados al anarquismo y veganismo.
Es además una postura que comienza a encontrar numerosos defensores en nuestra sociedad actual, especialmente entre los millennials y con gran seguridad también encontrará numerosos defensores entre los de mi quinta, entre la generación Z. Quizá encaja también con nosotros porque el movimiento encuentra un aliado perfecto en el individualismo, frente a la colectividad anterior
Pude a que algunos de los que os encontráis leyendo este artículo la corriente que os acabamos de presentar os suena ciertamente descabellada pero analicemos la cuestión en profundidad.
Siempre se nos ha vendido la moto de que los hijos son lo más bonito del mundo, el futuro motor de nuestra sociedad y el futuro del mañana.
Sin embargo, el Antinatalismo parece empezar a hacer mella.
Los datos estadísticos del año 2019 que publicaba el INE confirman que cada vez más parejas prefieren no convertirse en progenitores; así, en España la tasa de natalidad sigue de capa caída con una contracción de 3,5% respecto a los datos de 2018. Las parejas dejan de tener 1,25 hijos/as a 1,23 por lo que el crecimiento vegetativo pasa a contar con un saldo negativo de 57.146 personas. Esto quiere decir que las defunciones superan a los nacimientos y por lo tanto hablamos de población envejecida. Lejos quedan ya los 519779 nacimientos que se produjeron en 2008.
Pero detrás de estos cambios demográficos subyace una gran diversidad de razones que encajan con los principios del Antinatalismo. Principios que grupos ultraconservadores y ultrareligiosos demonizan como si este colectivo o parejas que deciden no procrear fuesen villanos al estilo de Thanos en Infinity War. Dejamos claro que nos referimos a ese tipo de estrategia que el villano de marvel pretende llevar a cabo eliminando a la mitad del planeta.
Al contrario, los antinatalistas defienden que esta actitud es la mejor para favorecer la calidad de vida por encima de la cantidad.
Movimiento "NoMo" y Antinatalismo
A diferencia del movimiento“No Mothers” o “NoMo” que son personas que consideran que tener hijos es prescindible y que deciden no tenerlos por unas convicciones personales, el antinatalismo, como explicaba la youtuber Polifacética, aboga por no traer más seres humanos a nuestro planeta por el bienestar común.
Se apoyan en las teorías malthusianas. Estas son teorías que prueban que los recursos que necesitamos para cubrir nuestras necesidades crecen a una velocidad mucho más lenta que la vida humana; porque sí, los humanos nos hemos colocado tanto en el centro que no hemos pensado con anterioridad en cómo compartir los recursos con los de alrededor y otras especies, sino en cómo garantizar que no nos falte de nada.
También denuncian la sobrepoblación que existe a nivel mundial. Hablamos de países como India o China, donde se implantó la famosa ley antinatalista de la política del hijo único; pero quizás todavía no sabemos muy bien cómo aplicar este tipo de medidas restrictivas sin limitar la libertad individual y sin pasarnos de la raya para no sofocar los derechos y libertades individuales.
Resulta muy hipócrita el que se nos insista a traer a nuevos seres humanos al mundo cuando el estado de bienestar se quiebra.
Nos encontramos ante una perspectiva en la cual los salarios son ínfimos, el paro se dispara y los trabajos son precarios. A eso le añadimos la gente que tiene que subsistir con un futuro ingreso mínimo vital. La Pandemia que estamos atravesando y con la que muchos han especulado que se producirá un baby boom que seguramente no se produzca por la situación de desasosiego y precariedad que está dejando, tampoco parece el mejor panorama para aumentar la especie y de pensar así ¿Alguien podría tacharse de egoístas?
Me gustaría rescatar una cita pro antinatalismo que denuncia: “Vivimos en una sociedad en la que se les exige a las mujeres que trabajan como si no tuvieran hijos y que críen a sus hijos como si no trabajaran”. Por tanto, es lógico que seamos las primeras en levantarnos contra el sistema y prioricemos otras cuestiones.
Ojo, no es una crítica a las personas que deciden entregarse a la maternidad; es más expresar la necesidad de entender que estos criterios no son irreconciliables. A su vez, deberíamos abarcar la perspectiva del antinatalismo de una forma inlcusiva con respecto al colectivo femenino que no debemos centrar en las mujeres cisgénero . Por ejemplo, sería positivo incluir el punto de vista de hombres trans.
Es hora de que se acaben las presiones para tener pareja para casarse y para “sentirte” completa/o con la llegada de un nuevo miembro con vuestro ADN . ¿Por qué no miramos con la misma preocupación también a los miles de niños que necesitan ser adoptados? ¿Por qué no analizamos bien las cosas antes de cumplir con roles impuestos? Si deseamos ser progenitores, estupendo, sino también. Lo importante es que nos grabemos en la cabeza que ya basta de crearnos con la capacidad de juzgar a los demás.
Huella digital, España vacíada, factor trabajo...¿Cómo llegamos a un equillibrio?
Los antinatalistas resultan controvertidas porque sus ideas no clarifican si reducen la Huella ecológica que estamos dejando;una de nuestras principales preocupaciones de nuestra generación. Lo que necesitamos realmente es un desarrollo sostenible más que una reducción de raíz. Pero sí que agravaría temas como una pérdida del factor trabajo, la perpetuación de las pensiones públicas o la cuestión de la pérdida demográfica que sufren ciertas regiones de esa España Vaciada como Soria.
Tal vez garantizar la llegada segura de flujos migratorios - ninguna persona es ilegal-, junto a una mayor repartición de la población mundial podría solucionar esta problemática sin tener que depender de alguien que obligatoriamente tenga nuestro ADN. Cuidemos de todos independientemente de este factor.
A esto se le añade la importancia de hablar de una identidad que va más allá de la reproducción sexual. De lo contrario, invalidamos a las personas que no quieren desarrollar esta faceta o que sufran problemáticas que se lo impida o dificulte ; por ejemplo la infertilidad o la endometriosis, trastorno complejo y doloroso que debe ser tratado con la seriedad que requiere.Tener hijos puede ser algo muy bonito pero no tiene porque ser “lo más maravilloso del mundo ”. Estas criaturas traen consigo complicaciones que a veces resultan tabú.Hay que reconocerle a las y los antinatalistas la valentía de romper las representaciones establecidas sobre nuestra sexualidad.
Gaspar Noe en Solo contra todos dio un paso al frente para advertir del trasfondo que puede llegar a esconder ser progenitor y seguir perpetuando la raza humana
Principalmente violencia, distorsión del individuo y des estructuración familiar.
Las ideas pro antinatalismo que Gaspar Noel muestra en el film quedan representadas a través de diversas organizaciones como es el caso de ONG Population Matters en UK que recoge el impacto destructivo que la sobrepoblación humana podría estar ocasionando con más de dos mil seguidores en redes sociales.
En Estados Unidos mencionamos al Movimiento para la extinción humana voluntaria y en la India Child Free India, de la que es parte Raphael Samuel. Este joven acaparó las portadas tras denunciar a sus padres por haberle traído al mundo. Una postura ciertamente controvertida aunque…¿cuántas veces hemos bromeado con la idea de “ojala no haber nacido” cuando las cosas se nos ponen cuesta arriba? Eso sí, creo que ninguno de nosotros llegaríamos a tomarnos la cuestión tan en serio como Samuel.
Estemos o no de acuerdo con esta postura que acabamos de analizar es necesario respetar las decisiones individuales y propias
Nadie tiene derecho a tomar partido acerca de cómo gestionar nuestros deseos. Son nuestros cuerpos los que experimentan los cambios y son nuestras hormonas las que sufren. Por otra parte, es esencial que desde el sistema educativo se insistiese en establecer una educación sexual que nos explique que hay una opción, que no es necesario que todos tengamos hijos y que eso no nos hace ni mejores ni peores. Una educación sexual que se centre en lo importante que es el consentimiento y que priorize la inteligencia emocional para identificar la toxicidad que pueden esconder relaciones aparentemente perfectas.