Padres, niños y propiedad privada
Parecía que estaban de retiro espiritual. Pero han vuelto. Vox ha conseguido colocarse de nuevo en el punto de mira de las redes sociales, tras un breve tiempo en el que parecía haberse quedado en el banquillo. En esta ocasión, venimos a hablar del pin parental que el partido de ultraderecha incluía en su programa. Este método, es un consentimiento explícito, de padres a hijos, para autorizarles o no a realizar algunas de las actividades que se lleven a cabo en el centro de estudios. Hacen especial hincapié en la violencia de género y en la educación sexual. Desde su punto de vista, se adoctrina a los menores. Ha sido finalmente aprobado durante la negociación de los presupuestos de la Región de Murcia. El partido ha presionado para incluirlos como condición sine qua non al apoyo de estos presupuestos. Ciudadanos ha cedido y aceptado implantar el pin parental.
Pero, ¿cómo se aplica esto en el día a día? Los padres tendrán que firmar y entregar un formulario, pidiendo la aplicación del pin parental al centro educativo. En el impreso, se solicita que se avise a los progetnitores en caso de "asignaturas, actividades, tutoriales, talleres y clases sobre ideología de género y educación afectivo sexual que incumplan el artículo 27.3 de la Constitución Española". En este artículo, podemos leer que los poderes públicos "asisten a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral, de acuerdo con sus propias convicciones". Desde este punto de vista, si un niño tiene padres antiabortistas, con el pin parental, pueden prohibir que asista a charlas informativas sobre el aborto. O, si conviven en un hogar donde reina el machismo, crecerán creyendo que ese es el camino a seguir. Se les priva de derechos y de información y, la información, es poder.
"Este método rompe el Pacto de Estado contra la violencia de género"
Por supuesto, las reacciones no se han hecho esperar. Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Isabel Celaá, ha abordado la polémica. La responsable del Ministerio de Educación, ha anunciado un requerimiento a la Región de Murcia por la aprobación de este pin, ya que lo considera una objeción de conciencia encubierta. También ha intervenido en el debate, la Ministra de Igualdad, Irene Montero. Afirmaba que este método rompe el Pacto de Estado contra la violencia de género. En este Pacto, se propone una mayor educación e información, desde el colegio, como prevención a la violencia machista. No se han quedado atrás asociaciones y colectivos en defensa de los derechos LGTBQi, grupos sindicales y otros grupos parlamentarios. Muchos de estos colectivos sociales, consideran que esto atenta contra la Ley Orgánica 8/2015 y el "interés superior del menor".
Y la última intervención a tratar, ha sido la del portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros. En sus declaraciones al Programa de Ana Rosa, defendía a capa y espada este método porque no querer que se adoctrine a sus hijos. Pero, ha finalizado diciendo que "los padres saben mucho mejor que los profesores lo que es mejor para sus hijos". Y he aquí la cuestión del asunto: los hijos no son una propiedad privada. En el ámbito de la educación, hay profesionales maravillosos que estudian y se forman para educar a estos niños. Tus hijos no son una casa que pintas de rosa o azul, porque a ti te guste el rosa o el azul. Igual que no les puedes pegar porque sean tuyos.
Como adultos, tenemos la obligación de proveerles información. Como adultos, padres y, como sociedad, los niños no son nuestros. Pero lo que sí es nuestra, es la obligación de protegerles, de enseñarles a pensar en libertad e igualdad y. asegurarnos de cumplir sus derechos. Solo así, crearemos una sociedad más justa y solidaria, acorde a los tiempos que vivimos.
Topic ·
extrema derecha