De mayor quiero ser: Camarera.
Horarios de mierda. Retención del IRPF al 2%. Vacaciones cuando nadie las tiene. Compañeros “de puta madre” y mucho alcohol y drogas que tu no puedes tocar. Tu si. Yo no. porque estoy currando hijos de puta . Asi que dejad de ofrecer que me está costando rechazar. Eso, que ser camarera es una mierda.
Vivir la noche desde el otro lado de la barra está gracioso aunque hay noches que te marcarías un Columbine con toda esa gente y te quedarías más pancho que dios.
22:08, hora del último porro.Tardo una media hora en disfrazarme de nena y 3,49 min andando de mi casa a la disco. Si, una disco. Dejé de salir de discotecas cuando descubrí que dan asco.
Esta disco tiene dos salas. ¿La diferencia ente ellas? En la de arriba te tocan los cojones sin ir demasiado borrachos. En la de abajo caben 900 personas aprox. Te tocan los huevos igualmente, pero probablemente no se enteren.
Horarios de mierda. Retención del IRPF al 2%. Vacaciones cuando nadie las tiene. Compañeros “de puta madre” y mucho alcohol y drogas que tu no puedes tocar.
Siempre te tocará atender a ese grupo de 12 que te piden chupitos de tequila de fresa cada 10 minutos. Pueden pasarte dos cosas:
– La primera, que la botella no tenga dosificador y no te hayas enterado. Así que harás el ridículo derramando danonino rosa por la barra.
– La segunda, que si lleve dosificador y tengas que hacerle doce pajas a la botella para sacar los chupitos.
Y fijo que durante la noche se presenta el típico gilipollas entendido de ginebras que te pide un Puerto de Indias con Seven Up. Y te puedes reír legalmente de él.
También hay anécdotas sexistas. Cómo cuando una cuadrilla de ex-militares (que entraron gratis por cierto) te piden sus consumiciones a la par que te ofrecen 3000 pavos a cambio de sexo. Ojo a mi reacción de reirme en su cara y gritarles que no soy puta. Porque si le pego me despiden. Y si me despiden no tengo casa ni wifi. Choose life. Hay que mantener al bebé. Yo soy el bebé. Choose life.
Por cierto, nadie les dijo nada. Ni les echaron. Quedó en una mierda más de la noche.
También hay anécdotas sexistas. Cómo cuando una cuadrilla de ex-militares te piden sus consumiciones a la par que te ofrecen 3000 pavos a cambio de sexo.
Finalmente acabas la jornada nocturna. Amanece, por la rejilla metálica del almacén entra el sol. Sacamos la basura bajo la lluvia.
Te enciendes el primer piti en 7 horas.Mientras tanto limpias todo el tequila de fresa que has derramado por la barra y te encuentras con la chica de la limpieza. Que entre consejos menstruales y vitales me cuenta
cómo ha tenido que recoger un pañal usado a las 4 de la mañana, a una chica dormida en la taza del wc. Muchas “bolsitas de plástico”, osea condones.
El amanecer asesina a la noche con luz. Nos reunimos en la primera cafetería que abre a las siete .El lugar dónde se reúnen mañaneos, trabajadores jodidos, policías re desayunando y viejas que sacan a su yorsike a pasear al parque.
En verdad lo que me hace feliz es volver a casa cómo un zombie (mientras los madrugadores te ven cómo una borracha) y quedarte atascada en el ascensor con una probabilidad de seis sobre diez.
